Instrospección

     Esta noche me he tomado un tiempo para mí. TIEMPO literalmente hablando. He dejado a mi pequeña dormida, a mi marido tranquilo descansando en el sofá. He cogido una libreta, un bolígrafo, las llaves de casa y he salido por la puerta. Ni dinero, ni móvil, ni bolso, ni prisas.
     Me he puesto a caminar a un buen ritmo. Hacía buena temperatura y ummmm huele a azahar, que bien hueleeee!!. Sabía lo que necesitaba, un banco en un cruce de caminos. Ves las calles desiertas pero en un cruce..siempre pasa alguien. 4 caminos, 4 direcciones opuestas. Desde pequeñame encantaba sentarme en un cruce que hay en mi pueblo. hay un parque, un canal, una vía del tren y 4 caminos...
     Me gustaba ver los coches pasar, el movimiento que se generaba alrededor mío, mientras yo permanecía inmóvil, observando a la gente, preguntándome qué clase de vidas llevarían.
     Hoy necesitaba tiempo para oírme, hace tanto que no lo hago, y no porque no pueda, si no quizá porque vas aparcando las cosas, no escuchas tus necesidades internas, no sé, pasa el tiempo muy deprisa y desde hace meses tengo la sensación de que no hago nada... Desayuno e inmediatamente pasa la mañana, almuerzo para que llegue la tarde y ceno para quedarme sola, con la tele encendida, sin prestar mucha atención y sin pensar en nada...
     Hoy he decidido despertar por un momento, escribir lo que tengo que decirme y quizá me pueda servir de algo.
     Es tarde, los camareros recogen las mesas en las terrazas de los bares, la gente se despide con un beso y cientos de buenos deseos para lo que queda de semana...quiero pensar que aún tengo la capacidad de reaccionar ante este estado de ensoñación al que poco a poco me he ido acostumbrando en mi día a día.
     Descansad mamis!