lunes, 9 de marzo de 2015

A punto de cumplir un año

Cuando me quedé embarazada de mi hijo, por las redes surgieron muchas compañeras y amigas 2.0 que se quedaron en la misma época. Fue divertido ver día a día nuestros comentarios, pues yo he puesto tanto, pues me dan tal fecha, pues como te ha ido tal prueba... Me sentí mucho más acompañada de lo que hubiese imaginado, más cuando se iba acercando el momento del parto, esa espera tan pesada que se hace, y la de risas que nos echábamos sobre todo por la noche cuando no podíamos dormir y hacíamos apuestas sobre la fecha real de parto.
El 25 de este mes, mi pequeño cumple 1 año...Un año lleno de cansancio, pero también lleno de mucho amor y muchos nuevos descubrimientos. Me preguntaba si lo querría tanto como a mi pequeña, si sabría cuidarlo con la paciencia de la primera, cantarle y jugar tanto como hacía con ella.
La verdad es que lo quiero igual, porque es el niño más bueno, más precioso y con la mirada más complice que nunca pude imaginar. Es cabezón como todos en esta familia, cuando te mira y surge esa sonrisa de pillo sientes que te entiende perfectamente, que es tu cómplice. También es un poco inquieto, desde hace un par de meses se tira al suelo como un inconsciente como si fuese a salir andando, y eso me hace gracia, porque mi hija en ese aspecto es todo lo contrario.
Teo, es risueño, observador tirando para cotilla, su risa enamora y su boquita derrite.  Mi pequeño al que conozco hace apenas unos meses ganó mi corazón a los pocos segundos de conocerlo. No fue un parto fácil, lo podéis leer AQUI , pero aún sintiendo el mayor dolor que puedas sufrir, es increible como desaparece en cuanto tienes a tu pequeño entre tus brazos.
Ahora mi pequeño va camino de convertirse en niño, siempre será mi bebé, como lo es mi hija, pero como casi todas decimos por las redes da pena que crezcan tan rápido, hay etapas maravillosas y etapas que querrías escapar, pero al final del día todo se soluciona. No hay nada que me guste más que acercarme a sus habitaciones y verlos dormidos y aferrados a sus doudous. Mi hija con 3 años ya tiene dos y la cabeza de los muñecos le caben en la palma de la mano, mi hijo de momento tiene el suyo y es que hasta una termina cogiéndole cariño a esos muñecos que comparten las noches, dan seguridad y ternura a los sueños de nuestros hijos.
Un año ya! y veo sus rizos, sus ojos abiertos de par en par, sus grandes manos y no me canso de besarlo.
Mi príncipe, ese que viste bodys rosa de la hermana, mordedor rosa, botines rosa,.... es la pieza que completa nuestro mundo, un mundo que hemos ido creando a lo largo de 8 años.
Feliz Semana y disfrutad cada segundo!!!

No hay comentarios:

Publicar un comentario